Señaló que acusar a Cuba -una nación reconocida internacionalmente por su solidaridad y compromiso humanitario- “no solo carece de fundamento, sino que evidencia la intención de reinstalar políticas de agresión y coerción que han marcado la historia reciente de las relaciones” entre Washington y América Latina.
La República Bolivariana condenó con firmeza este acto injusto y llamó a los pueblos y gobiernos del mundo a denunciar y rechazar con claridad este tipo de decisiones, que “violan los principios de respeto a la soberanía y buscan justificar el bloqueo inhumano contra el pueblo cubano”.
El Gobierno venezolano reafirmó su plena solidaridad con el pueblo y el Ejecutivo de Cuba, y ratificó su compromiso de seguir defendiendo la dignidad y la autodeterminación de los pueblos ante cualquier intento de dominación imperialista.