Reportan baja producción de sardina en Nueva Esparta

Los marineros manifiestan que les están colocando muchas leyes para poder agarrar sardina y otras especies marinas.

Redacción: Enfoques | @_Enfoques_

De acuerdo a testimonios de los productores sardineros cada año que pasa la pesca de sardina disminuye, quienes a su juicio piden eliminar la veda de la referida especie marina. Según los marineros en los meses de enero y febrero se vio sardina, señala el Sol de Margarita.

Por su parte el señor Raúl Hernández faenero de larga trayectoria en playa Bella Vista, comenta que en tantos años de trabajo, no había visto una crisis tan fuerte en la producción de la sardina, como desde que empezaron aplicar la veda.

“La sardina es la que nos da el sustento. La veda ha desmejorado la pesca. Como pescador ya uno sabe los meses que un pescado llega a la cordillera. La sardina ella misma se veda”, dijo Hernández.

De Bella Vista a Pampatar es el mimo sufrimiento. Simplicio Rosal narra que todavía ésta es la fecha que no se ha podido amarrar ni siquiera cinco toneladas de sardina en playa Valdez y que la producción no está dando para hacer negocio como años atrás.

“Las máquinas de argolla que vienen desde Guaca es lo que también ha ocasionado esto, porque están matando la cría, qué producción puede haber mañana. La veda se hace desde el 15 diciembre hasta el 15 de marzo porque está desovando y de qué vale que desove y empiecen a matar la cría”, agregó Rosal.

Cuando por suerte logran arrastrar sardina a la orilla y llenar una cesta de 40 kilos para la venta, la misma la ofrecen a 12$ y otro poco regalan al pueblo necesitado que llega a la playa en busca de pescado.

Los marineros manifiestan que les están colocando muchas leyes para poder agarrar sardina y otras especies marinas.

Aunado a ello con el poquito de gasolina que reciben, que son los 120 litros cada 15 días, “salen asustados a altamar”. Se quejan porque ya tienen más de un año recibiendo la misma cantidad de combustible y esto es una gran limitante para faenar.

La producción pesquera no está generando los ingresos suficientes para reparar las embarcaciones y mucho menos para comprar motores fuera de borda, por lo que no les está quedando otra opción a los pescadores que seguir navegando sobre tablas desgastadas a riesgo de quedar a la deriva en alta mar.