Trabajadores y estudiantes de todo el país salieron masivamente a las calles para defender a la educación pública, en medio de un drástico recorte de fondos ejecutado por el Gobierno nacional.
En la Plaza de Mayo no cabía ni un alfiler. En una movilización histórica, cientos de miles de personas colmaron las calles de Buenos Aires y de todo el país en reclamo contra el drástico recorte en el presupuesto de las universidades públicas que amenazaba su supervivencia. Por primera vez en años, obreros y estudiantes estrecharon brazos en pos de una lucha común.
"Para nosotros es muy importante ver que los trabajadores acompañan nuestro reclamo. Cuando marchamos juntos somos más fuertes, y el Gobierno no va a poder hacer oídos sordos a tanta gente en la calle movilizada por sus derechos", dijo a Sputnik Mariana García, referente del Centro de Estudiantes de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
La advertencia exhibida por Greco llegó a un mar de familias que salieron a las calles preocupadas por el futuro de sus hijos. "Yo soy trabajador y mi esposa también: ninguno pudo llegar a la universidad. Pero ahora luchamos para que mi hija pueda estudiar en la universidad pública", dijo Hernán, obrero metalúrgico de 45 años.
La trascendencia de la convocatoria de carácter nacional respondió al apoyo vertido por distintas organizaciones civiles. La más emblemática fue la Confederación General del Trabajo (CGT), que adhirió al llamamiento, incluso ya habiendo definido la fecha para una nueva huelga general contra el Gobierno.
La conjunción entre obreros y estudiantes ha sido históricamente de profundo impacto político. La movilización más emblemática fue el "Cordobazo" de 1969, cuando ambos colectivos coincidieron en un reclamo contra la política desplegada por el Gobierno de facto (1966-1973) en la provincia de Córdoba (centro), haciendo tambalear las medidas desplegadas por el régimen.