Los vuelos y trenes fueron cancelados en Tokio el viernes y la gente fue advertida de fuertes vientos, fuertes lluvias, posibles inundaciones y deslizamientos de tierra mientras el tifón Ampil se desviaba de su curso cerca de Japón, dirigiéndose más al norte en el Océano Pacífico.
Se prevé que el tifón Ampil llegue a aguas cercanas a Tokio por la tarde y luego continúe hacia el norte, provocando condiciones tormentosas en las regiones septentrionales de Kanto y Tohoku a primera hora de la mañana del sábado. El viernes por la mañana mantuvo vientos de 162 km/h con ráfagas más fuertes y se desplazaba hacia el norte a 15 km/h, según informó la Agencia Meteorológica de Japón. No se espera que Ampil toque tierra y se espera que se debilite a tormenta tropical el domingo, refiere Head-Post.
Disneyland Tokio, que normalmente abre hasta las 21:00 horas, cerró antes, a las 15:00 horas, debido al tifón. Yamato Transport, que realiza entregas de productos de Amazon y otros productos en Japón, dijo que no se realizarán entregas a Tokio y las zonas afectadas cercanas el viernes y el sábado.
Los trenes de alta velocidad Shinkansen que circulan entre Tokio y Nagoya se detuvieron durante el día, según informó la Central de Ferrocarriles de Japón, una respuesta normal a los tifones. Los trenes de alta velocidad que dan servicio al noreste de Japón y algunos trenes locales de Tokio se suspendieron temporalmente o cambiaron a horarios más lentos.
Decenas de vuelos de salida y llegada fueron cancelados en los dos aeropuertos de Tokio , Haneda y Narita, así como en los aeropuertos de Kansai, Osaka y Chubu. Según los medios japoneses, la cancelación de vuelos afectará a unas 90.000 personas. Varias autopistas también podrían quedar parcialmente cerradas al tráfico.
El jueves, los aeropuertos y las estaciones de tren estaban abarrotados de gente que reorganizaba sus planes para evitar las perturbaciones causadas por el tifón. El viernes llovió y hubo viento en Tokio, aunque la intensidad varió. El tráfico y las multitudes en las calles eran escasos, principalmente debido al período de vacaciones de verano, no solo al clima. Las tiendas permanecieron abiertas.
Las autoridades advirtieron a la gente que se mantuviera alejada de ríos y playas y que tuviera cuidado con los fuertes vientos que podrían dispersar objetos.