Luis Eduardo Martínez: Hoy todos somos alacranes - Enfoques

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21 may 2024

Luis Eduardo Martínez: Hoy todos somos alacranes



En una entrevista al diario Tal Cual recogemos las declaraciones mas importantes del candidato presidencial Luis Eduardo Martínez quien enfatiza al igual que Manuel Rosales que hay una campaña de acoso y falsedades a través de las Redes Sociales promovida por sectores extremistas.

El candidato presidencial de la Acción Democrática apuesta por la conciliación con todos los sectores para lograr un cambio político «en paz». No duda que la campaña «va a estar marcada por las falsedades», especialmente impulsadas en redes sociales.

Si algo busca el ingeniero Luis Eduardo Martínez, aparte de la Presidencia de la República, es la conciliación con diversos sectores. Asegura que en varias oportunidades ha demostrado que es «un gran conciliador», mientras se reúne con otros candidatos, representantes del oficialismo y oposición, embajadores o representantes de multilaterales.

En ese entendimiento, dice Martínez, es posible «lograr el cambio que todos demandamos» además de la paz que busca establecer con un gobierno cuyo pilar es la recuperación económica y los servicios básicos. Un «milagro económico», asegura, que depende del levantamiento de sanciones, el retorno de dineros venezolanos congelados en el extrajero y los créditos que pueda conseguir con organismos internacionales.

¿La vía para conseguir todo su planteamiento? 

El voto, no importa el candidato opositor. «El hecho de haber llamado a votar forma parte de mis convicciones y hoy, reitero, estoy convencido que era lo correcto», asegura Martínez en conversación con el diario Tal Cual.


–¿Por qué lanzarse ahora como candidato presidencial?

—Creo que el país necesita hombres y mujeres dispuestos a dar lo mejor de sí, porque se produzca la reconciliación nacional, de entendimiento y en paz lograr el cambio que todos demandamos. Tengo, a veces me suena difícil decirlo, las credenciales, la experticia, las condiciones para ser un presidente que no solamente garantice la paz, sino que haga posible un milagro económico que es lo que perseguimos.

–Es uno de los tres candidatos con la mayor cantidad de tarjetas, ¿espera concretar nuevas adhesiones antes del 28 de julio?


—Claro que sí, estoy trabajando con eso. Diariamente le dedico muchas horas a reuniones de entendimiento, conversaciones con otros candidatos y no tengan ninguna duda que en los próximos días o semanas los vamos a sorprender con nuevos apoyos. Hasta 10 días antes de las elecciones tenemos la oportunidad de hacerlo.

–¿Cuáles son sus propuestas de gobierno?

—Tenemos un plan de gestión de gobierno que presentamos al CNE, pero que fue enriquecido posteriormente con el plan de Copei. La clave de nuestro planteamiento es la recuperación económica con inclusión social. Un verdadero milagro económico, crecimiento interanuales del PIB de un promedio del 10% que garantizaría entonces que la economía venezolana nos condujera a prosperidad generalizada, con incremento de sueldos, salarios, jubilaciones y pensiones; con planes para el retorno a los muchachos al hogar; con la conversión de la industria petrolera, que es la plataforma fundamental para ese proceso de recuperación económica; priorizando la educación, la salud y el ambiente.

Empezamos a hacer el planteamiento de la necesidad de dolarizar los salarios como último paso hacia la dolarización de la economía. Explico en una columna que publico semanalmente que hace muchos años, en mi tesis de MBA (Master of Business Administration), le dediqué mucho a investigar los procesos de dolarización en el mundo, y que incluso se llamó «¿Es conveniente la dolarización para Venezuela?».

En Venezuela, de facto, se ha venido dando un proceso de dolarización solo de los precios, pero no de los salarios y el próximo paso que corresponde es dolarizar los salarios. Es posible y fácilmente implementable porque la dolarización de la economía hizo posible romper con uno de los cuellos de botella, que era la conversión de la base monetaria en dólares. Hoy la base monetaria, según Cedice, no llega a mil millones de dólares y las reservas internacionales tocan los 10.300 millones, según el Banco Central, con lo cual Venezuela debe avanzar hacia la dolarización de los salarios, por lo cual pasaríamos a una dolarización de la economía. Ese es parte del milagro económico que buscamos.

–¿Cómo lograr ese milagro económico con recursos económicos limitados según lo ha dicho el gobierno?


—No tengo dudas que el Gobierno que lideraremos, electo el 28 de julio, va a lograr el levantamiento de las sanciones, tanto las de Estados Unidos como las de Unión Europea, que son las que más pesan. Con la liberación de las sanciones es posible, por una parte, disponer de cuantiosos recursos que están retenidos, en el oro que está en Londres, los derechos especiales de giro que están en el Fondo Monetario Internacional, los recursos que están en el Novo Bank, en Citibank. Esas son cifras que, de acuerdo a nuestros técnicos, rondan los 21.000 millones de dólares que nos permitirían para el arranque de ese proceso de recuperación económica.

Inmediatamente después, con la extinción de las licencias, está la posibilidad cierta de inversiones cuantiosas en el área petrolera. Llevar la producción petrolera de 850.000 barriles diarios a unos tres millones de barriles diarios en una primera etapa con Chevron, con Shell, con ENI y con Repsol como puntas de lanza de este proceso. Con BP también, con quienes hemos hecho algunos contactos previos. Eso hará posible que en el corto plazo se produzca un incremento en los ingresos, un incremento en la demanda, en la capacidad de compra y una reactivación de la economía en su conjunto.

–¿También está dentro de todo ese proceso, por ejemplo para atender los servicios básicos, ese fondo que sería administrado por Naciones Unidas?

—Sí, hay 2.500 millones de dólares que se acordó incluso en la ronda de conversaciones de México liberar fundamentalmente para la recuperación del sistema eléctrico, la atención a un número de centros hospitalarios y educativos, e incluso para atender a las familias damnificadas hace ya casi dos años de Tejerías y El Castaño-Palmarito. Adicionalmente a eso hay fondos en la Corporación Andina de Fomento a los cuales Venezuela pudiera acceder y que, en su momento, se presentaron los proyectos solo para el rescate del sistema eléctrico.

Yo estuve en Washington meses atrás y conversé informalmente con funcionarios del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo y me dijeron que una vez pasada las elecciones, resuelto el problema de las estadísticas, que es uno de los puntos también que hay que resolver, de los nudos críticos en Venezuela, pudiéramos entonces gestionar recursos. Algunos reembolsables y otros no reembolsables, yo tengo bastante experiencia con eso. Cuando fui gobernador de Monagas (1996-2000) logré unos 55 millones de dólares del Banco Mundial para la rehabilitación de sistemas de acueducto y unos 60 millones de dólares para rehabilitación de nuestras vías, con lo cual el proceso de negociación sabemos hacerlo, sabemos a quién tocar y sabemos cuál es la metodología que tenemos que utilizar para accesar esos recursos. Hay miles y miles de millones de dólares, buena parte de ellos no reembolsables, a los cuales Venezuela pudiera acceder.
Campaña real vs redes sociales

El candidato de AD hace una crítica por el protagonismo de las redes sociales en esta campaña electoral, que no duda esté “marcada por falsedades” difundidas por actores interesados.

«Hay una exacerbación del peso que supuestamente tienen las redes, sobre todo por el efecto de los bots. Nosotros no perdemos la calma con eso, estamos trabajando intensamente», asegura.

También lanza sus puntas a sus contrincantes que apenas están tomando las calles. Martínez, que ha recorrido cuatro estados en el último mes, dice que se concentra «en lo que tiene que hacer un candidato: visitando, contactando y presentando su propuesta. Yo no me quedo en mi casa».

–Hay un sector de la población que tilda su candidatura como «alacrana», como «traidora». ¿Qué les dice a estos venezolanos?

—Si fuéramos a hacer buena la calificación o el calificativo, hoy todos somos alacranes (risas). ¿A quiénes se calificó de alacranes? Un epíteto por cierto que acuñó un amigo mío, a quien felicito siempre sobre todo porque está trabajando en el sector privado y nada tiene que ver con el quehacer político. Calificaron de alacranes a aquellos que creíamos en las elecciones, que propiciamos la participación en los procesos electorales, que no creemos en los atajos, en las invasiones o sanciones.

–Hay ONG y organismos internacionales que hablan de un cierre del espacio cívico por las detenciones y amenazas contra opositores. ¿Cómo se recorre un país bajo este escenario?

—Como lo recorro yo, como lo recorre María Corina (Machado) y otros dirigentes políticos. Quiero dejar claro que yo tengo un gran aprecio, incluso tenemos una vieja amistad con María Corina. Yo acabo de ver a María Corina en Trujillo, en Maracaibo y en otras ciudades del país y la vi haciendo actividades políticas. Yo mismo, reitero, acabo de recorrer buena parte del occidente venezolano y no tuve ningún tropiezo y veo al resto de los dirigentes en la calle haciendo actividades.

Creo que eso también forma parte de una narrativa que en nada contribuye a motivar a la gente a votar, pero el que dude que en Venezuela hay una campaña abierta, pues basta con asomarse a cualquier medio de comunicación para ver que sí están en campaña varios de los candidatos. Hay algunos que prefieren otra manera de hacer las cosas pero, reitero, la manera que yo conozco no es estar en el balcón de mi apartamento tomando té o cafecito mientras todos estamos subiendo cerros.